. . : : FUERTE CLAMOR DEL TERCER ANGEL : : . .

¿CUÁL ES ESE PODER QUE NECESITAMOS? 

EL EVANGELIO, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree (Rom. 1: 16); es el único poder, la única fuerza que puede salvar al hombre y es un don de Dios (Efe. 2: 8). El evangelio es el mismo Señor Jesús. La obra de Cristo en este mundo es lo único que puede salvarnos (Luc. 19: 9-10). 

¿DESDE CUÁNDO SE ANUNCIA EL EVANGELIO?

Fue inmediatamente después de la caída del hombre que le fue comunicada esta única posibilidad (Gén. 3: 15) dándole al hombre el poder y la fuerza que necesitaba para vencer a la esclavitud que había llegado y quebrantar la cabeza del adversario, es decir, a Satanás mismo, mediante la simiente de la mujer que es el Señor Jesucristo encarnado en la humanidad, la obediencia a Dios durante su vida, su sacrificio en la cruz y su muerte en vez del hombre culpable. 

¿HASTA CUANDO SERÁ ANUNCIADO ESE EVANGELIO? 

Mientras dure el tiempo de gracia, que terminará cuando todo el mundo sea advertido con el evangelio del peligro en que se encuentra, entonces vendrá el fin (Mat. 24: 14; Mar. 13: 10). 

EL EVANGELIO PARA ESTE TIEMPO 

El Señor en su misericordia ha revelado por su santa palabra la verdad presente del evangelio para este tiempo, contenido en los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14: 6-13. 

1. El primer ángel anuncia el juicio investigador en el santuario celestial en nuestros días (Apoc. 14: 6,7).                                                                                        

2. El segundo ángel anuncia la caída de Babilonia (todas las instituciones eclesiasticas y religiosas del mundo hasta 1844) (Apoc. 14: 8).

3. A través del tercer mensaje angélico, Dios advierte a todos los habitantes del mundo (Apoc. 14: 9-13): NO adorar a la bestia que representa a la Roma papal ni alguno de sus representantes; también advierte: NO adorar a su imagen que representa al protestantismo apóstata, ni recibir su marca (la marca de la bestia), lo que significa: NO observar como sagrado el día domingo (primer dia de la semana tradicional) establecido así por la Roma papal el 7 de marzo del año 321 d. C. (Apoc.14: 9-13; CS 498, 501); además este ángel señala al Lugar Santísimo del Santuario Celestial donde se ofrece el glorioso evangelio, la preciosa sangre, y la Justicia de Cristo (el centro mismo de la obra de Jesucristo en favor de la humanidad. Ev. 165:3) para borramiento de pecados, y aprobación del juicio investigador en santidad de vida (sin la cual nadie verá al Señor Jesús Heb. 12:14), además en el Lugar Santísimo se inicia el cumplimiento de la promesa de la lluvia tardia para reforzar la culminación de la obra  en unión de aquel poderoso ángel que viene descendiendo desde 1888. Mat. 28: 19, 20; Jn. 14: 12; TM 91, 92; 1 Spiritual Gift 193: 2.                                                                                               

4. Estas solemnes verdades son anunciadas desde el año 1844 al cumplirse la profecía de Daniel 8: 14, que dio inicio a la purificación del santuario celestial (ó juicio investigador) por el sumo sacerdote Jesús (CS 510, 511); pero la iglesia que recibió el privilegio de llevar las responsabilidades como pueblo representativo de Dios, perdió esta condición (tal como ocurrió con el Israel histórico), uniéndose al mundo, rechazando la triple amonestación de Apocalipsis 14: 6-12, y la justicia de Cristo (desde 1888, I MS 425). Esta iglesia alcanzaría el estado (Babilonia) anunciado por el segundo ángel, y el pueblo fiel que se encuentra en ella es ordenada a salir (CS 441). El Señor envía entonces aquel otro ángel poderoso, de Apocalipsis 18: 1-6, que finalmente representa a un movimiento libre de asociacion a institución eclesiástica,  religiosa, y politica alguna (como El Movimiento Ecuménico, El Consejo Nacional de Iglesias, El CMI, La Nueva Era, La ONU, Conferencias Generales [EUD 52:1, 2],  etc.) Mediante este movimiento final, organizado divinamente sin fronteras institucionales, y fuera de los planes humanos, será iluminada toda la tierra, proclamando en fuerte clamor: "¡HA CAIDO, HA CAIDO LA GRAN BABILONIA!, y se ha vuelto habitación de demonios, guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave sucia y aborrecible" (Apoc. 18: 2; CS 662, 669; 3MS 471, 472). Este movimiento dirigido por Dios a través de la unión de humildes instrumentos que siguen al cordero de Dios por doquiera que va (Apoc. 14: 4), cuyas características como pueblo son: "GUARDA LOS MANDAMIENTOS DE DIOS, Y TIENEN EL TESTIMONIO DE JESUCRISTO" (Apoc. 12: 17), sigue fielmente el rollo de la profecía bíblica que rápidamente se cumple (I JT 506; TM 300 o 305).

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